Y lo que siguió después de que te conocí, esa noche de verano cuando me tomaste totalmente de imprevisto, solamente lo puedo explicar en sueños. En los sueños de otras vidas en las que nos encontramos y somos otras, en otros tiempos.
Donde yo soy parte de la rebelión que acecha tu palacio y hago peligrar tu trono y me decís que me vaya, pero me mirás y en realidad me decís otra cosa.
Donde el único lugar en el que podemos encontrarnos cara a cara es en el anfiteatro, a escondidas de las gentes, con todos los ojos distraídos, cruzando miradas que sé que cruzás aunque lo niegues, mientras fingimos prestar atención a la tragedia de turno.
Tu mirada fenicia se pierde, a veces, y creo saber lo que pensás, porque pienso lo mismo, porque intruyo en tus pensamientos como si deslizase mi mano por entre tus piernas y puedo escuchar en mi oído, como si fuese en este instante, tu suspiro ahogado de placer.
¿Por qué esa barrera tan armada, tan defensiva siempre? ¿Por qué pensando que soy una más de la plebe que quiere derrocarte? ¿Por qué te sumís en la infelicidad de lo imperial y lo pomposo para justificar lo que luego injustificadamente sabés que dejo que hagas, simplemente porque no puedo decir que no?
Porque no puedo decirte que no..... Porque tus palabras son canción, tus labios son aquellos que me encandilan cuando me hablás y el recuerdo de esa vez... de tus pechos contra mi espalda pobre.... es lo que me mantiene con vida.
2008 © JL - Alma en su Laberinto
~ Mi Alma, Rev/belada!
